9.9.09

Náuseas

Así como puedo ser la persona más dulce del mundo, me molesta empalagarme con palabras. Padezco las primaveras y las parejas insoportables, el derroche de amor por todas partes, el exceso de cursilerias, los sobrenombres pateticos y los besos apasionados en la vía pública. No me parece necesario en lo absoluto.
Lo justo, no pido nada más que eso.
Nada de chuchi, amor, dulzura o corazón; tengo nombre y me gusta lo suficiente como para que me lo remplacen por algo tan bizarro.
Nada de llamadas controladoras ni mensajes a cada segundo, nunca jamás llevo el celular encima y si lo llevo... probablemente no tenga crédito ni batería, no funcionaría de ninguna manera.
Nada de confesiones de amor, no necesito que me digas cuánto me queres... demostramelo con acciones, eso significa mucho más que cualquier te amo.
Nada de explicaciones, permisos u obligaciones, no sos mi papá y no necesito tu autorización para hacer lo que se me antoje, no me interesa.
Nada de dedicarme canciones estúpidas. Creo que no hay nada que me irrite más que las canciones que repiten intermitentemente las palabras: amor, amar, amemonos; me dan alergia.
Nada de chamuyo barato. No soy la mujer de tu vida, no te hice cambiar y probablemente tampoco sea la madre de tus hijos... ahorrate esos cuentos para otra.
Nada de caminar pegados, nada de agarrarme la mano, nada de nada. Te juro que puedo caminar sola, que no me pierdo si me soltas.
No me interesa que todos lo sepan, no me gustan las demostraciones en público ni las cartas de amor. Tanto corazón me suena fingido y no tengo la necesidad de fingir nada realmente... si lo siento, lo siento y te lo voy a hacer saber... a mi manera.
(Mi mamá piensa que soy una insensible, otras que soy una resentida, algunos dijeron que es un reflejo de mi fiel soledad, yo creo que no quiero cambiarlo.)