13.5.10

La verdad es que no quiero ponerme a estudiar.

Mañana se va a cumplir una semana. Hace casi siete días que no salgo de estas cuatro paredes para hacer otra cosa que no sea ir a la facultad. ¡Que genial! Qué maravillosa es mi vida en Buenos Aires, desde que llegué acá mi vida social se vio seriamente afectada, y muy seriamente eh, tan afectada se ve que se remite a 4 personas de las cuales una de ellas no cuenta porque vive conmigo. Y yo que idealizaba tanto capital, soñando con formar parte de alguno de sus círculos under o simplemente rodeada de nuevas personas, nueva gente con nuevos puntos de vista y gustos o intereses aunque sea similares a los míos... Pero una vez más la vida me sorprende. ¿Sabés qué Vida? Haceme un favorcito y andá a conseguirte otra a quien molestar porque la verdad me tenés un poquito cansada, hace casi dos meses que vivo en la ciudad más grande y más cosmopolita de mi país y aún así todavía no hice amistades nuevas, asisto a la universidad con más inscriptos en Argentina y me vienen a tocar tres comisiones que seguramente son el rejunte de todos los malditos geeks y nerds de todo el conurbano bonaerense. ¿No te parece que se te está yendo la mano?
 Ayer por ejemplo, ayer me sentí realmente mal. Sin tener otra cosa para hacer que leer y leer, lo cual ya me tiene harta, decidí dormirme una siestita: el día anterior habia podido dormir dos malditas horas nomás porque estamos en épocas de parciales y pasé la noche en vela, acompañada de Illich, Berger y Luckmann. Ok, retomemos, decía que a las cinco de la tarde me metí en la cama y programé el despertador para que me despierte pasadas dos horas y de ahí tenía pensado salir, aunque sea a la vereda, para cambiar un poco el aire. Si, el despertador sonó pero ¿Sabe Ud. a qué hora me desperté? A las 08:43 de la mañana del día 13 de mayo de 2010, pasé 15 horas y 43 minutos de mi vida durmiendo y me sentí preocupada, no por el hecho de haber dormido tanto sino mas bien por el hecho de que en esas casi 16 horas a nadie se le ocurrió pensar ¿Qué será de la vida de esta infeliz? o por lo menos no lo manifestó, de todas maneras me desperté de mal humor y con la certeza de que si algún día me come la cucaracha reina de la comunidad que vive en mi departamento, nadie se va a enterar. Y no lo digo desde mi costado emo-depresivo sino desde mi lado histerico-consternado, que es peor porque en ves de tener ganas de matarme a mí me dan ganas de matar al resto del mundo ¿Se entiende la diferencia? Nunca creí que podría extrañar ESO de mi antigua vida, salir a la calle y que la gente me conozca, porque acá el anonimato y todo es GENIAL pero cuando ya te ignoran es un poquito molesto... No lo puedo creer, no puedo creer que me esté pasando esto.
 Mañana el panorama no mejora porque tengo otro parcial, de Economía esta vez y seguramente 11 menos diez me arrepienta de estar invirtiendo el tiempo en este medio para este rejunte de pelotudeces en lugar de leer sobre elasticidad o precios máximos pero lo cierto es que mi grado de resignación llegó a tal punto que realmente me dá lo mismo porque no me interesa, y lo que no me interesa no merece mi atención.
 Lo que sí merece mi atención es que el sábado es el cumpleaños de mi futuro esposo y eso lo ubicó nuevamente en primer plano, es que desde entrada me prometió que iba a ser su novia y que no interesaba que a mi no me gustara la carne porque de la cocina se encargaba él y en ese terreno es muy bueno, todo lo que teníamos en común nos convertía en el uno para el otro y lo que no, nos complementaba pero definitivamente me convencí de lo genial que es cuando me hizo la declaración más acertada de mi vida:"- El borde de la pizza se come, es la mejor parte de la porción."¡Cuánto amor puedo llegar a darte! Ahí le entregué mi corazón en bandeja convencida de que no existe en el mundo nadie mejor. Un único contra: su novia actual; pero de ese tema me encargaré con el tiempo, este sábado voy a hablarle, definitivamente necesito volver un poco a mis raíces y de paso hacerle acordar que conmigo tiene un contrato matrimonial. Y aunque no me case con él puedo morirme con la tranquilidad de saber que mi amor platónico existe y vive en Palermo. Bueno, ahora ya estoy un poco más tranquila, hablar de las cosas que a uno le gustan siempre ayuda a mejorar el humor. Sí, me conformo con poco.
 EN QUE ESTABA? Ya me perdí... Bueno, básicamente un día yo estaba enojada con la vida y me resultó extraño porque no es mi época de SPM y aún así tuve momentos de querer salir con el rifle a las calles pero para eso estás tu, queridisimo Blog, para salvar a personas inocentes de morir en mis manos y para conservar los cabales que me quedan en su lugar. Gracias, te quiero mucho.
Esto ha sido todo, transmitiendo en vivo desde mi cama para todo el cyberespacio. Les mando un beso a mis fans y recuerden mañana prender una velita para que me vaya bien en el exámen, sino se van a tener que comer muchas entradas como estas (o peores) pero hoy ya no pienso seguir porque recuperé mi buen humor.
Chau, los quiero a todos.