28.2.10

Amor amor

Ok, es como cuando vas a comprarte ese perfume que te gusta mucho y cuando te decidis, tenés la plata en la mano y toda la intención de comprarlo para que forme parte de tus objetos personales te encontras con que SE AGOTARON. Sí, se acabó el stock de todas las farmacias/perfumerias de la zona entonces te dicen: -Pasate la semana que viene que seguramente van a entrar.
Pero a vos no te gusta nada esperar porque la oportunidad era en ESE momento y para la semana que viene quizás ni tengas la plata... tenés todavía rondando en la cabeza esa combinación perfecta, tan perfecta que genera adicción en alguna parte de tu cerebro: LO QUERÉS YA y te vas corriendo al primer local con las puertas abiertas sin pensarlo, desembolsas la plata del bolsillo y te llevas a tu casa la imitación, la versión barata.
Te vas a tu casa contenta, con la satisfacción de haber gastado la plata pero cuando te acostas a dormir descubris que todavía te sentís vacía porque a pesar de tener tu perfume a disposición simplemente no es con el que vos soñabas, tu decisión apresurada esta vez te salió mal. El genérico se parece, hasta quizás puede pasar como el original pero no se compara porque el esfuerzo que tuviste que hacer para pagar cada centavo no lo hiciste (ni lo vas a hacer) por cualquiera, tenerlo en tus manos implica cierto sacrificio.
Cerras los ojos y admitís aunque cueste que definitivamente te vas a obligar a esperar, hoy aprendiste que no es lo mismo comprar un perfume barato que invertir en una exclusiva fragancia importada.